viernes, 28 de diciembre de 2007

La historia original de Sweeney Todd

La última película de Tim Burton se basa en un musical, que se basa en una obra teatral, que se basa en unos relatos periodísticos, que se basan en... ¿hechos reales?
Nadie ha podido demostrar que la historia de Sweeney Todd sea real, pero mucho antes de que la dramaturgia le diera tintes de venganza, ya se contaban unos "hechos" muy precisos. Aquí va la historia original de Benjamin Barker, más conocido como Sweeney Todd, según nos la ha proporcionado la distribuidora Warner.
Sweeney Todd, según dicen, nació en 1748, hijo único de unos trabajadores de la seda pobres y alcohólicos. En aquella época Londres estaba plagada de enfermedades, contaminación, pobreza y corrupción, y el joven Todd creció trabajando junto a sus padres en las fábricas textiles. Sus padres desaparecieron bajo misteriosas circunstancias y, a la edad de 14 años, Todd fue detenido por un hurto menor y enviado a la cárcel de Newgate; de hecho esto fue considerado clemente, ya que la mayoría de los jóvenes ladrones eran colgados por sus crímenes.
Viviendo entre asesinos y carcamales, Todd supuestamente se convirtió en el ayudante del barbero de la cárcel, un convicto llamado, Elmer Plummer. Como los barberos también realizaban cierta labores de cirugía (de ahí el origen de la raya color rojo sangre en los postes de las barberías), Todd aprendió su oficio, aspectos de anatomía, y cómo elegir en los bolsillos de sus clientes reclinados. Estas habilidades le sirvieron una vez liberado, pero la avaricia, los celos y la cólera desatada se apoderaron del joven y su juerga de matanzas comenzó.
Todd abrió muy pronto una tienda en el 186 de la calle Fleet, junto a la iglesia de St. Dunstan, bajo la cual se extendían túneles y catacumbas olvidadas que albergaban a feligreses muertos. Todd anunció sus servicios mostrando tarros con dientes, pelo y sangre en el escaparate, mientras que en el centro de la tienda colocó su artilugio más ingenioso y siniestro de todos: el sillón de barbero.


En la peli cantan y bailan porque es un musical, pero también gastan litros y litros de sirope de fresa.
Para ocultar sus crímenes, se dice que Todd construyó una trampilla que giraba 360 grados. Enganchó el sillón de barbero a cada lado de ella, de modo que cuando se tiraba de una palanca, el peso del cliente que ocupaba el sillón hacia que se volcara cabeza abajo, precipitando a la víctima de cabeza al sótano varios pisos más abajo. Mientras el panel continuaba su rotación dejando en su lugar el sillón del barbero vacío, Todd se precipitaba al sótano. Si la caída no había matado al cliente, utilizaba su navaja para terminar la faena. Luego, Todd despojaba a la víctima de los objetos de valor y escondía el cuerpo entre los antiguos cadáveres bajo St. Dunstan. Este plan funcionó un tiempo, pero a medida que continuaron los asesinatos, Todd se empezó a quedar sin sitio para esconder a sus víctimas.
La compañera perfecta
Mientras tanto, Todd se encontró con la viuda ávida de dinero, Margery Lovett. Los dos se hicieron amantes y socios en los crímenes después de que Todd instalara la tienda de empanadas de la Sra. Lovett en Bell Yard, así estaba conectada a su barbería a través de los túneles subterráneos. Todd utilizó sus habilidades quirúrgicas para descuartizar los cuerpos, entregando la carne a la Sra. Lovett para sus empanadas mientras escondía la piel y los huesos en las catacumbas de la iglesia.




Depp interpreta a Todd con su habitual habilidad para los papeles histriónicos.
A medida que la sed de sangre de Todd aumentó y el negocio de empanadas de la Sra. Lovett prosperó, un hedor asqueroso se elevó desde las entrañas St. Dunstan. Las autoridades investigaron y no tardaron demasiado en relacionar la serie de hombres desaparecidos con una pila de cuerpos putrefactos y un rastro de pisadas sangrientas que iban desde debajo del negocio de Todd al de la Sra. Lovett. Y entonces es cuando empieza la histeria de la gente.
Todd fue detenido sin incidentes, pero cuando las autoridades llegaron a Bell Yard en busca de la Sra. Lovett, los consumidores de sus empanadas se enteraron tanto de los crímenes como de que se habían comido a algunas de las víctimas. La multitud intentó lincharla allí mismo, pero se llevaron rápidamente a Lovett a la cárcel de Newgate. Allí confesó el macabro negocio de ella y de Todd antes de suicidarse, mientras que Todd fue llevado a juicio, se le encontró culpable y, finalmente, fue colgado; se contó que Sweeney Todd podía haber matado a más de 160 personas.

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